Cuanto tuviste que caminar para encontrar esta puerta,
cuanto hubo que vivir para aprender a vivir,
cuantos errores hicimos para aprender a equivocarnos correctamente,
cuantas trampas sufrimos para caer en alguna que valga la pena,
cuanto dolor sentimos para aprender a saborearlo sin rencores.
Esta esperanza es verde avellanado, como la laguna esmeralda
que recuerdo en lo profundo de un secreto.
Voy a contarte mi vida y tu vas a contarme un suspiro,
quiero aprender a vivir en tus cuentos escritos a lápiz
para tatuarme sin dolor tu rostro en el alma,
con aquella mirada tibia del día en que te conocí.
Hace 2 meses
1 comentario:
Es muy bueno saber que existen puertas en algunos lugares de este universo de vidas..., en especial para aquellos que estamos ya cansados de darnos contra predones con todo y nuestras esperanzas!
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