viernes, 1 de octubre de 2021

 Otro Octubre


Apareció en las gradas frente a la puerta, sin hacer ruido. 

Lo noté por el siseo del viento. 

Al abrir y verlo, le dejé entrar. 

Ambos nos conocemos bien. 

Entró en silencio, curioso, no dejaba de ver a su alrededor a pesar de conocerlo todo.

Le ofrecí un café, fuerte como yo lo tomo. 

Le dije como decimos los hombres sin tanto decir, que le extrañaba. 

Me sonrió, su mirada me dibujaba un hogar sin ser un hogar. 

Su olor, el de siempre, el de todos los años, ese olor a época a la que nos queremos aferrar. 

Hacía frío, el viento y algunas hojas secas habían venido con él.

Era otro octubre. 

Le invité a quedarse todo el mes. 



Tanto que comunicar y tan poca voz.  Es que la voz de adentro a veces se apaga.  

 Tratás de ordenar lo que sentís y pensás para poder escribir, y te sale solamente un punto y aparte.