viernes, 10 de septiembre de 2010

Puerta abierta

Cuanto tuviste que caminar para encontrar esta puerta,
cuanto hubo que vivir para aprender a vivir,
cuantos errores hicimos para aprender a equivocarnos correctamente,
cuantas trampas sufrimos para caer en alguna que valga la pena,
cuanto dolor sentimos para aprender a saborearlo sin rencores.

Esta esperanza es verde avellanado, como la laguna esmeralda
que recuerdo en lo profundo de un secreto.

Voy a contarte mi vida y tu vas a contarme un suspiro,
quiero aprender a vivir en tus cuentos escritos a lápiz
para tatuarme sin dolor tu rostro en el alma,
con aquella mirada tibia del día en que te conocí.

1 comentario:

Ambar dijo...

Es muy bueno saber que existen puertas en algunos lugares de este universo de vidas..., en especial para aquellos que estamos ya cansados de darnos contra predones con todo y nuestras esperanzas!