Cuando nos descubrimos,
su alto voltaje hizo chispas con el mio,
sentí que dos relámpagos aparecieron en mis brazos,
sus ojos se encendieron y me invitaron a quedarme
para dar lo mejor de mí, esperando la verdad volátil
y descubriendo su esencia segundo a segundo.
Si un día traiciona sus promesas, no me preocuparía mucho el dolor,
porque mi corazón dejaría de ser conductor de la electricidad
y mi propio voltaje evaporaría mis sentimientos
devolviéndome a mi estado natural.
Hace 3 meses
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