En tus horas malditas me rajas la lengua,
me escupes con sabor de tinto tibio,
con tu mirada de fuego,
con esas erupciones de decibeles a borbotones,
con aplausos de muertos,
con furia iracunda,
con penas prestadas,
con maldiciones modernas,
con saltos de tiempo.
Hace 2 meses
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