jueves, 3 de marzo de 2011

A sí, sin más me escupe tristeza y se da la vuelta, abre las alas y me llena la boca de polvo, me deja los labios agrietados. Camino de regreso, con cinco historias voy dejando mi rastro, con humo marco mi senda, nadie me encuentra, temo perderme a espaldas de la razón, me ahogo en este silencio, y aún así, sigo esperando que todo emane de la nada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No hay peor crueldad que la presencial ausencia. Ni peor esperanza que la desahuciada sinrazón…
Pero la nada, siempre habrá de emanar algo, así sea para contradecirse.