Del eco ya no queda nada,
la voz impotente pierde el sonido,
su oído saborea los últimos latidos.
Quitarse la vida negándose a sí mismos,
desgarrados por las consecuencias,
escupidos por la ironía,
ultrajados por el destino,
pero en su caos infernal,
todo está mejor que nunca.
Hace 2 meses
1 comentario:
Controversia que alimenta y envenena, que sostiene con firmeza pero vacila en dejarte caer.
Me gustan tus publicaciones, tienen un especial sabor a poesía que atrapa.
Beso.
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