jueves, 3 de marzo de 2011

5, 4, 3, 2, 1, ¡ya!.... pero nunca se atrevió a ser feliz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ojalá fuera tan fácil… que los días y los momentos vinieran en cuenta regresiva para terminar en un “ya” que funcione como impulso para seguir… y llegar a ser feliz un instante.

Me encantó.

Beso.