lunes, 10 de enero de 2011

Recuerdo que apareciste como la lluvia, sentí tu olor a tierra mojada, olor a mujer mojada en sudor. Me revuelco en las mismas canciones gastadas de siempre, siento que me hacen más caliente y más frío. Deliro por verte como enrredadera sin espinas aferrándote a mi cuerpo, quitándome la vida deliciosamente en nuestra oscuridad ardiente, hasta que solo nos quede la respiración agitada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

camino por las calles de mi memoria, para revivir las noches que nos cobijamos entre besos y cuerpos sudados, suplicando mas horas a la noche o un amanecer eterno.