jueves, 27 de enero de 2011

La soledad se volvió su amante.

La noche su testigo.

Se dicen de él muchas cosas.

La menos importante es que no tiene alma.

Encontró la forma de dejar de vivir sin existir,

de morir con los ojos abiertos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

sus anhelos eran los mismos, para llegar a tener paz. Nunca se percataron que para recibir se necesita dar. hoy creen haberla encontrado, pero tambien encontraron la nostalgia por vivir separados...
Matatero

Issa dijo...

La soledad suele ser la guerra y la paz, el silencio y el ruido...

Saludos