Puta, no lo creo, de veras que no lo creo,
entre el brillo de los ojos sinceros se resbalan las mentiras materializadas en palabras desesperadas, entre verdades a medias y entre estupideces.
Entonces el oscuro lado inevitable empieza a llegar,
allí ya nadie es tan macho, ya ninguna es tan mujer,
todos quedan de rodillas para acusarse o perdonarse, pero el maldito miedo se toma su tiempo, siempre se toma su tiempo, hace sus maletas con recuerdos viejos y empieza a vagar por alrededor de la cuadra sin dejarnos dormir.
Hace 2 meses
No hay comentarios:
Publicar un comentario