Morir no era la solución,
pero vivir tampoco lo era.
Empacó sus sentimientos
y se echó a correr
en la oscuridad.
Pensó que un rayo de luz
tendría la respuesta
que sus ojos no habían
podido encontrar.
Pero se olvidó que la noche
apenas empezaba,
y aún faltaba mucho para el
amanecer.
Hace 2 meses
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