Hace 2 meses
jueves, 30 de junio de 2011
Maldito drama, es seguro que siempre hubo otro espectador escondido electrónicamente. Hoy el teatro se quedó vacío, aún así, la obra permanece en escena, las funciones siguen por las noches, pero sin telón, sin aplausos, sin lágrimas y sin tener que soportar la sobre actuación de la negación crónica.
miércoles, 29 de junio de 2011
El alma aún desnuda, las sensaciones todavía presentes, el cuerpo mojado y tibio en la bañera solitaria del surrealismo. El agua hasta el cuello, con las mismas intenciones de subir y ahogar dulcemente bajo su silencio hipnótico. La ausencia, crónica como siempre, el despecho agudo, y un deseo tan endiablado, que jamás se habría podido olvidar, ni siquiera reencarnando.
martes, 28 de junio de 2011
Siempre hemos sido una enredadera verde y frondosa, un matapalo que se extiende entre alma y espíritu dentro de nuestros cuerpos. Las raíces se nos salen por los poros y se arraigan a la razón y a los escombros de nuestros caminos. Un día tratamos de morir, pero nos traiciona la lógica desgraciada, y terminamos más vivos que antes, reconstruyendo ruinas hacia atrás, capítulo a capítulo, lengua con lengua, buscando una llave que no ha existido nunca.
viernes, 24 de junio de 2011
Vi venir el nubarrón gris, siempre delicioso y cautivante. Me escondí bajo las matas de textos, embriagándome con el olor a tierra mojada. El spam corría por las hojas electrónicas que me cubrían. Los micos en las copas de los árboles, protegiendo sus teclados del agua. Una voz nahual me recordaba que no había que prestar mucha atención a ello, los micos serán irremediablemente micos por siempre.
jueves, 23 de junio de 2011
La moraleja de las historias inconclusas, radica en entender las imperfecciones y debilidades de sus protagonistas, para así poder desengañarse sobre cualquier sincronía inexistente de pensamientos, reacciones y estados de ánimo, y que entonces podamos apreciar la verdad miserable que salta de página en página tratando de postergar su irreversible final.
miércoles, 22 de junio de 2011
martes, 21 de junio de 2011
lunes, 20 de junio de 2011
viernes, 17 de junio de 2011
Aquí vienen de nuevo tus siete sombras, tus catorce entierros, el río que crece cuando te acuestas, las piedras que tocan tus pies, los rayos de sol que le hacen el amor a tu cuerpo. Aquí vienen tus fases de luna, tus pasos distintos sobre la misma vereda, tu fuego sin fin, tus sabanas frías, tus fotos sin historia, tus lagunas mentales y las sensaciones de éxtasis indetenible que están en un lugar más cerca de aquí que de allá.
martes, 14 de junio de 2011
lunes, 13 de junio de 2011
El balam en el espejo no se movía, no me quitaba la vista, seguía cada uno de mis movimientos.
El rugido siempre paralizante, era inevitable sentir un poco de miedo, aunque no sé si era miedo en sí, o solo una profunda precaución instintiva, aún así, yo le devolvía la misma mirada fría y serena.
Más que contemplarnos con cautela, parecíamos estar poniéndonos de acuerdo en medio de largos minutos casi insostenibles.
Supe que el enfrentamiento entre esas dos naturalezas había sido escrito en piedra, y una de las dos ganaría tarde o temprano.
El rugido siempre paralizante, era inevitable sentir un poco de miedo, aunque no sé si era miedo en sí, o solo una profunda precaución instintiva, aún así, yo le devolvía la misma mirada fría y serena.
Más que contemplarnos con cautela, parecíamos estar poniéndonos de acuerdo en medio de largos minutos casi insostenibles.
Supe que el enfrentamiento entre esas dos naturalezas había sido escrito en piedra, y una de las dos ganaría tarde o temprano.
viernes, 10 de junio de 2011
En las noches sigo inventando recuerdos que jamás sucedieron.
Está más que claro que no es locura en sí, si no más bien es una especie de insatisfacción cronológica de hechos,
de nombres, de verdades y de sueños.
Incluso sigo escuchando voces que nunca existieron, que nunca dijeron lo que debieron haber dicho, que hablan de puertas que se quedaron abiertas, de ventanas que dan a ninguna parte,
de luciérnagas sin alas y sin luz, de eclipses individuales que se toman su tiempo para dejar de ser.
Una y otra vez me acuesto con mis distorsionadas historias contadas al revés, y mutuamente nos lamemos las caras hasta quedarnos dormidos. A veces me da la impresión que todas esas páginas sin escribir, están condenadas de por vida a mi compañía.
Está más que claro que no es locura en sí, si no más bien es una especie de insatisfacción cronológica de hechos,
de nombres, de verdades y de sueños.
Incluso sigo escuchando voces que nunca existieron, que nunca dijeron lo que debieron haber dicho, que hablan de puertas que se quedaron abiertas, de ventanas que dan a ninguna parte,
de luciérnagas sin alas y sin luz, de eclipses individuales que se toman su tiempo para dejar de ser.
Una y otra vez me acuesto con mis distorsionadas historias contadas al revés, y mutuamente nos lamemos las caras hasta quedarnos dormidos. A veces me da la impresión que todas esas páginas sin escribir, están condenadas de por vida a mi compañía.
jueves, 9 de junio de 2011
miércoles, 8 de junio de 2011
Más silenciosos eran sus pasos conforme avanzaba. Su pecho era una samba irrefrenable cuando se acostó a su lado. No se atrevió a despertarlo, se conformó con devorar minuto a minuto la noche a su lado, como si fuera un eterno amanecer lleno de luna y silencio. Se quedó sintiendo su respiración, imaginando sus ojos abiertos y pasando sus dedos suavemente por un camino inevitable.
martes, 7 de junio de 2011
lunes, 6 de junio de 2011
viernes, 3 de junio de 2011
miércoles, 1 de junio de 2011
El cielo está rojo,
la vista está cansada, viciada de tanto ver lo mismo.
El cuerpo cansado de gastarse.
El corazón está rojo,
los sentimientos están cansados, viciados de tanto sentir lo mismo.
La fe cansada de tanto creer.
La piel está roja,
la cama está cansada, viciada de tanto guardarse en vano.
Los sueños cansados de tanto repetir.
El alma está roja,
las voces están cansadas, viciadas de tanto callar.
Los besos cansados de no durar.
la vista está cansada, viciada de tanto ver lo mismo.
El cuerpo cansado de gastarse.
El corazón está rojo,
los sentimientos están cansados, viciados de tanto sentir lo mismo.
La fe cansada de tanto creer.
La piel está roja,
la cama está cansada, viciada de tanto guardarse en vano.
Los sueños cansados de tanto repetir.
El alma está roja,
las voces están cansadas, viciadas de tanto callar.
Los besos cansados de no durar.
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