martes, 21 de diciembre de 2010

Es verdad. Te juro que es verdad. Ya no hay más, te lo prometo. No hay nada más que contar. No es así. ¿Me lo tengo que inventar?. No es cierto. No pasó nada. Ya te lo conté todo. Confía en mi. Creeme. Yo jamás te voy a mentir. Te estoy diciendo la verdad. No. Para nada. Mirame a los ojos, te lo juro. Eres todo para mi, jamás te mentiría. No fue así. No. No es mentira. Creeme porfavor. Yo no soy así. Yo no miento. No soy una mala mujer. Aún viendo sus pupilas dilatadas por la droga, el pobre infeliz decidió creerle. Y por supuesto, siguió cegado y enredado en en la tela de las mentiras por mucho, mucho tiempo.

No hay comentarios: