miércoles, 2 de febrero de 2011

Una palabra que no produce nada.
Las calorías quemándose y las gotas de sudor corriendo en las mejillas.
La visión aumentada de todo.
El peso en las manos, una decisión fría.
El silencio previo, la explosión y el fuego.
El humo envuelve la vista.
Un disparo en el espejo.
Siete años de buena suerte
por eliminar tan irreverente imagen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Asi se empieza de nuevo, algunos se hacen llamar olvidos, otros pasajeros, hay quienes prefieren quita penas... pero desgraciadamente muchos se llaman errores.