miércoles, 10 de marzo de 2010

No he encontrado ni el suelo ni el cielo en mis papeles,
he escrito sentimientos amoratados al filo de mis pesadillas,
he contemplado en el espejo de las esperanzas olvidadas
el vacío que dejan esas voces al recorrer mis venas,
sobre todo en esos días, cuando revientan en mi interior
en un brisa roja de luces, de sueños y de penas.

1 comentario:

Andrea dijo...

Es sólo la realidad se encuentra en el vértice de sus sueños, en el lugar donde confabulan sus versos, sus deseos, y sus pensamientos.
Es solo una convergencia de ideas que resbalan por la pared de la vida.

Un placer leerlo.
Un abrazo.