miércoles, 24 de marzo de 2010

Ya déjate caer y siente el suelo tibio,
entra en contacto con el piso que te espera,
estréllate bruscamente entre las piedras,
abre los ojos y date cuenta que tu escencia sigue allí, intacta.
En tierra sabrás que así es más fácil ver hacia arriba.
Luego levántate, aunque te cueste un vida, y mira el lado tornasol
de la vida que habías dejado de percibir.
Siempre has sido tú, con espinas y dolores,
pero siempre tú.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bonito!! sin duda algun día vas a escribir un libro, lo que escribes es muy bello, sigue adelante :)