martes, 13 de diciembre de 2011

Cae la noche siempre en mi trampa. Cae y nunca se lastima.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esa bella dama que sabe la razón de los laberintos; que tiene como lecho la construcción de nuestros pensamientos; que deja sus labios sobre todas las manos anudadas al taco de las pieles que se saben descalzas...

No... no se lastima... ella logra caer como los párpados antes de un último beso.

Bella foto!

Beso.