Hace 3 años
miércoles, 21 de diciembre de 2011
lunes, 19 de diciembre de 2011
miércoles, 14 de diciembre de 2011
En sus adentros sabe que el tabaco no le llena el corazón como lo hacían las mañanas a la carta.
Sus muelles viejos, ya no pueden con tantos amores ahogados, por eso le teme más a vivir que a morir.
Se perdió en su propio camino, con su propio mapa, aún teniendo una luz frente a sus pasos.
Se perdió como con todos, despareció con sus mil hechizos de mujer y sus palabras enmascaradas,
y así, su ciclo se repite, un abismo aquí y otro allá, cada vez con un corazón más grande, pero más vacío.
Sus muelles viejos, ya no pueden con tantos amores ahogados, por eso le teme más a vivir que a morir.
Se perdió en su propio camino, con su propio mapa, aún teniendo una luz frente a sus pasos.
Se perdió como con todos, despareció con sus mil hechizos de mujer y sus palabras enmascaradas,
y así, su ciclo se repite, un abismo aquí y otro allá, cada vez con un corazón más grande, pero más vacío.
martes, 13 de diciembre de 2011
lunes, 12 de diciembre de 2011
viernes, 9 de diciembre de 2011
miércoles, 7 de diciembre de 2011
Recuerdo esa vez que cociné un lomo de cerdo en Navidad. Me esmeré tanto en aderezarlo, que no me di cuenta que le hice agujeros con el cuchillo al recipiente metálico del lomo. Después de unas horas volví y lo descubrí seco, con el aderezo regado sobre la mesa y el piso. Había perdido todo el líquido, pero aún así decidí seguir adelante, cocinarlo. Al sacarlo del horno, el aroma inhundó toda la casa, llegaba hasta las calles de adoquín. Todos lo disfrutaron, se acabó completamente y todos elogiaron su sabor. Ese recuerdo me hace pensar que -El sabor no es lo que perdemos, el sabor es lo que somos, y pase lo que pase, siempre vamos a tener la receta dentro de nosotros mismos para volver a ser-.
martes, 6 de diciembre de 2011
Hace una distancia no muy lejana,
esta época estaba de color manzana
con su típico sabor a tabaco dulce.
La casa estaba adornada con sístoles
pegados con tape en las paredes.
Según el temperamento del día,
la resina goteaba por pocos
y trataba de lamernos las piernas al caer.
Bajo el árbol que nunca existió,
cajas y cajas de regalo, llenas de utopías
y señales en el cielo.
La noche fría, como debía ser,
el cielo, desnudo, ideal para
contar deseos fugaces con los
dedos de las manos.
esta época estaba de color manzana
con su típico sabor a tabaco dulce.
La casa estaba adornada con sístoles
pegados con tape en las paredes.
Según el temperamento del día,
la resina goteaba por pocos
y trataba de lamernos las piernas al caer.
Bajo el árbol que nunca existió,
cajas y cajas de regalo, llenas de utopías
y señales en el cielo.
La noche fría, como debía ser,
el cielo, desnudo, ideal para
contar deseos fugaces con los
dedos de las manos.
viernes, 2 de diciembre de 2011
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