El día esconde su hocico entre las piernas y se duerme al oscurecer. De pronto despierta, palpita su corazón estrepitosamente, la busca, toma su humedad, la llena y ocurre el eclipse.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Río y terremoto... las superficies erosionan, se amoldan al pasar del viento húmedo, el viento suave con sabor a piel...
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Río y terremoto... las superficies erosionan, se amoldan al pasar del viento húmedo, el viento suave con sabor a piel...
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