Estaban lejos.
Lejísimos.
Los separaba la historia que una vez vivieron.
lunes, 12 de agosto de 2019
Los que no sabemos olvidar
somos como esos niños,
que se tienen agarrados del pelo,
y se dicen entre dientes, "si me soltás, te suelto".
Me quedé con unas palabras nuevas,
nunca se las di,
las mantuve guardadas,
pasó el tiempo,
y ahora ya vencieron.
Un día me voy a dar la vuelta tan rápido,
que voy a agarrar a mi sombra viéndome de frente.
Provocarme sería como somatar un panal sin avispas,
me fui, perdí las ganas de picarte.
-Rascame por favor...
-Volteate pues...
-Aquí ve... allí abajito
-¿Aquí?
-No, más abajo,
-¿Allí?
-Allí, a un lado, a un ladito....
-¿Aquí?
-Sí, más a la derecha,
-...
-Allí mero, dale, rascá duro.
Si ustedes dos se alejan, no se van a volver a juntar nunca.